Finalizando 2024

En diciembre, el agricultor lleva la cosecha del año a la mesa para el banquete de fin de año, recordando los esfuerzos que hicieron posible este momento. Al mirar atrás a través de las estaciones y los muchos esfuerzos invertidos, algunos siempre destacan claramente porque fueron especialmente alegres, difíciles o ambas cosas.

En diciembre, el agricultor lleva la cosecha del año a la mesa para el banquete de fin de año, recordando los esfuerzos que hicieron posible este momento. Al mirar atrás a través de las estaciones y los muchos esfuerzos invertidos, algunos siempre destacan claramente porque fueron especialmente alegres, difíciles o ambas cosas. Lo mismo sucede con este año pasado en nuestra escuela.

Los encuentros físicos siempre destacan por las emociones intensas, los esfuerzos y la comprensión que despiertan. Nuestra reunión de primavera nos llevó al norte de Italia, donde representamos la historia de Abraham y Sara. El destino de esta pareja bíblica los obliga a abandonar su país, familia y la casa paterna para dirigirse a una tierra extranjera, simbolizando ese salto fundamental hacia lo desconocido que todos los practicantes de este trabajo deben dar. Inevitablemente nos adormecemos con lo familiar; lo que conocemos se vuelve mecánico. Por lo tanto, despertar siempre exige dar un paso más allá del umbral de lo conocido, lo familiar y lo cómodo.

Nuestra reunión de otoño abordó este tema universal desde la perspectiva de otra cultura. En India, representamos La Gran Partida, dramatizando el despertar del Príncipe Siddhartha a su confinamiento palaciego. Al igual que Abraham y Sara, el Príncipe debe abandonar el dominio de su padre, pero primero debe darse cuenta de que está confinado. La obra traza su viaje desde la juventud inocente, pasando por una creciente conciencia, hasta el momento crucial de su partida. Nuestro final se inspiró en un relieve del Museo de Mumbai que representa precisamente esta escena: el caballo de Siddhartha dando un paso más allá del plano bidimensional hacia una dimensión desconocida (ver imagen abajo).

La muerte es la partida definitiva hacia lo desconocido, para la cual todas las partidas anteriores son solo una preparación. El 2024 nos recordó esta verdad con especial fuerza. En octubre, perdimos a un miembro que había estado con nosotros durante tres años. Ella había planeado unirse a nosotros en India. Su muerte repentina en un accidente automovilístico dejó un lugar vacío en nuestra reunión, una ausencia tangible que nos acompañó durante todo el viaje. Al representar el despertar de Siddhartha a la impermanencia de la vida, vivimos nuestra propia versión de esta realización. Su muerte nos presionó a enfrentar las preguntas que todos los practicantes deben abordar eventualmente: ¿Cómo usamos mejor el tiempo que se nos da? ¿Qué podemos crear que trascienda nuestro breve paso por esta vida?

Este año también marcó una nueva fase en el desarrollo de nuestra escuela con el establecimiento de dos casas comunales: una en Benevento, Italia, y otra en São Paulo, Brasil. Estos puestos físicos, junto con otros que seguramente seguirán, abren posibilidades que apenas podemos imaginar. También encarnan lo que considero la cosecha más significativa de 2024: los lazos profundos entre los practicantes. A medida que nos hemos reunido para estudiar, actuar y ahora vivir juntos, hemos verificado una verdad esencial: aunque nadie puede hacer el pago del trabajo interior por nosotros, el viaje se vuelve más significativo cuando lo cruzamos por el puente de la vida junto a otros practicantes.

Feliz Año Nuevo. ¡Por otro ciclo más!

The Great Departure